Después de décadas de ofertones, vacados, ladrones, dictadores y vendedores de humo, hemos dado con nuestro candidato: Uno comprometido con las necesidades reales del Perú: El hambre, la delincuencia, el agua potable, la educación y mejores caminos.
Este candidato combatirá realmente con la delincuencia: Meterá presos a pandilleros, delincuentes, sicarios y corruptos. La mano dura y un rostro amable son sus principales características. Una guerra directa contra quienes no nos dejan vivir en paz.
Es un ciudadano ejemplar: Un padre de familia que no es violento no golpea a su mujer, no tiene vínculos con el terrorismo, paga sus cuentas y sus impuestos, no roba y no es corrupto.
No busca robarse los recursos para el combate de la anemia, tampoco les da trabajo a sus amigos: Busca a los más capaces para los cargos.
No llega a acuerdos por beneficio propio y de sus amigotes. No es un iluminado, tampoco pontifica sobre política.
Contará con muchos recursos, porque jubilará a toda la casta política que vive del Estado, que te ha abandonado a ti y que solo quiere tu voto. Acabará con el despilfarro de recursos, no regalará la plata inventando cargos innecesarios.
Reformará el Poder Judicial: Sacará a los jueces corruptos que hoy solo se dedican a hacer política y no a dejar presos a los delincuentes. Combatirá el poder del Congreso, porque está corrompido y solo representa intereses de unos pocos.
Luchará contra el centralismo y visitará las regiones más olvidadas del país. Mejorará la conectividad, llevará internet a todos los rincones del Perú, así como también mejorará los caminos y carreteras. Estas concesiones no serán para sus amigos, sino para quienes estén mejor capacitados para hacerlas.
¿Sabes quién es?
Ese candidato tiene el poder más grande.
Tiene el poder de cambiar las cosas en un solo día.
Ese candidato eres tú y somos todos nosotros, los que pensando y diciendo pondremos en el Gobierno a una nueva alternativa.
Basta de carcochas políticas. Todos queremos algo nuevo.