La presidenta de la Asociación de Micro y Pequeños Empresarios (Asmype) de Ayacucho, Augusta Vila Montaño, advirtió un incremento de mypes informales a falta de mejores oportunidades, situación que se habría agravado tras la pandemia de Covid-19, sumado a la inestabilidad política que atraviesa el país por las múltiples marchas y movilizaciones.
El gobierno nacional se comprometió en brindar apoyo a las mypes mediante la promoción de la competitividad, formalización y desarrollo; no obstante, refirió que nada ello se cumple en la actualidad, lo que obligó a los pequeños emprendedores a trabajar en la informalidad a falta de espacios para vender sus productos.
La informalidad laboral en el Perú bordea los 10 millones de personas. Es decir, casi el 80% de los trabajadores. Y cómo no, si le tenemos miedo a la formalidad, porque el Estado se transforma en tu peor enemigo, al ni apoyarte, al perseguirte y al obligarte a pagar coimas para poder seguir sobreviviendo.
Todos los Gobiernos ofrecen disminuir la cifra, pero pasa totalmente lo contrario. El Estado se ha convertido en nuestro enemigo, en un ente que nos persigue, no en alguien que nos apoye. Nos llena de impuestos, trámites y reglas absurdas hacen imposible la vida a comerciantes y emprendedores, que son la mayoría de los peruanos.
Hoy no podemos ser formales para salvarles la vida a cobradores de coimas.