Como cada año, el inicio del invierno trae consigo no solo el frío sino también la preocupación de padres y docentes por la falta de preparación de los colegios en Ayacucho para enfrentar las bajas temperaturas. A pesar de las reiteradas denuncias y solicitudes, las infraestructuras escolares continúan presentando graves deficiencias que ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de los estudiantes.
Los techos de muchos colegios no cumplen con los estándares necesarios para proteger a los alumnos del frío. Cada año, se reportan techos que se llueven y corren el riesgo de derrumbe, situación que no solo interrumpe las clases sino que también representa un peligro inminente para la integridad de los niños y jóvenes.
La preocupación de la comunidad educativa solo parece ser atendida cuando ya estamos en pleno invierno, cuando las lluvias y las bajas temperaturas hacen evidentes las falencias estructurales. Estas soluciones parche que se implementan de manera apresurada y temporal no son suficientes para garantizar la seguridad y el confort de los estudiantes durante la temporada invernal.
«Es frustrante ver que todos los años pasa lo mismo. Nos damos cuenta de que los colegios no están preparados cuando ya estamos sufriendo las consecuencias. Es urgente que las autoridades tomen medidas preventivas y duraderas, no solo remiendos que se olvidan hasta el próximo invierno», reclamó un apoderado ayacuchano.
Ante esta situación, es fundamental que las autoridades regionales y locales actúen con anticipación y responsabilidad. Se requiere una inversión adecuada en la infraestructura escolar, la revisión y mantenimiento de las techumbres, y la implementación de medidas preventivas que aseguren entornos educativos seguros y confortables durante todo el año.
La educación y el bienestar de nuestros niños no pueden seguir dependiendo de soluciones improvisadas. Es hora del Cambio de Ciclo.