Las intensas lluvias de los últimos días han generado el desborde de ríos, como el Quije, han perjudicado a nuestros niños y sus maestros que ya estaban listos para iniciar el año escolar.
Un grupo de maestros fueron sorprendidos por un huaico en Huanta, lo que les dificultó llegar a los colegios para arrancar con sus clases.
Todo ello como consecuencia de la inacción del Estado ante una situación que no es nueva, porque ocurre todos los años y seguimos sin estar preparados.
Esta indiferencia de las autoridades de los últimos 25 años para prevenir las emergencias nos pasa factura en el colapso de las carreteras y también de los colegios que en su mayoría, por falta de mantenimiento, se están cayendo a pedazos.
Las lluvias deterioran seriamente la infraestructura de muchas escuelas. Es triste e inaceptable que cada año se repita la historia y sea una amenaza constante para nuestro querido Ayacucho.
La indiferencia de las autoridades no solo es negligencia, sino también una condena para miles de ayacuchanos que merecen un futuro digno y seguro.
Por eso necesitamos políticos que representen el cambio total que se merece Ayacucho, que tomen acciones concretas y se preocupen por solucionar nuestros problemas, priorizando las necesidades de todos los peruanos.