El terrorismo sigue vivo en el Perú. Opera cerca de nuestra ciudad. Existen aún ciertos rezagos de Sendero Luminoso que con la mano del narcotráfico se mantienen vivos. El lugar más peligroso se encuentra en el Vraem, pero el mal está cerca de nuestra ciudad, Ayacucho. No estamos lejos ni exentos del peligro.
El gobierno debe poner fuerzas en combatir a estas lacras de la sociedad, lastimosamente parece que ya no es una prioridad para el estado derrotar a estos asesinos y narco comunistas. ¿Por qué el gobierno abandona la lucha contra estos asesinos? ¿Por qué descuida a su pueblo?
El Ministerio Público desactivó las fiscalías especializadas en terrorismo. Reasignó recursos a programas de derechos humanos. Tomó esta decisión sin debate público. Ignoró los informes que alertan sobre la reactivación de grupos armados en esas regiones.
El pueblo peruano quiere paz. Las familias no pueden vivir con el terrorismo a la vuelta de la esquina. Esta decisión pone en riesgo la seguridad de todos los ayacuchanos. En vez de luchar contra los perpetradores de los crímenes más atroces de nuestra historia, el estado prefiere llevar programas progresistas que nadie pidió ni le importan.
Puede existir orden sin democracia, pero nunca democracia sin orden. Se tiene que luchar contra el terrorismo con todas las fuerzas.