El frío y la desnutrición infantil son problemas recurrentes en Ayacucho. Un niño con anemia no tiene la energía ni la capacidad para aprender en las aulas. De nada sirve invertir en infraestructura si los niños llegan con anemia crónica desde temprana edad.
En Ayacucho hay 26,560 niños menores de tres años. Según la Dirección Regional de Salud el 30% tiene anemia pero la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar eleva la cifra al 51%. Más de 14,000 casos solo en esta región representan un futuro comprometido para el país.
El Gobierno Regional promueve la política «Incluir para Crecer» para coordinar acciones entre gobiernos y sectores sociales. También se pide a las familias mejorar la alimentación con productos ricos en hierro pero muchas no llegan a fin de mes ni tienen acceso a centros de alimentación.
Es momento de que el estado no deje morir a nuestros niños y les devuelva el derecho a educarse. Necesitamos un cambio, no con los mismos de siempre sino con gente nueva que realmente vele por la salud del futuro del país y por cada familia ayacuchana.