Ayacucho es una ciudad imperdible del Perú. Podemos estar orgullosos de nuestro patrimonio, de nuestras artesanías y nuestros alrededores. Somos la Ciudad de las Iglesias, la Ciudad señorial. De una belleza arquitectónica que cualquiera envidiaría. Tenemos un encanto único que debemos atesorar.
Promover el turismo y consolidar la identidad de la región debería ser un gran objetivo de Ayacucho, en el que todos podemos ser parte. Revivir el comercio, promover nuestra artesanía y nuestra belleza. Podemos combatir la anemia, la injusticia y el centralismo con más trabajo y mayores ingresos, mejorando la calidad de vida. Depende de nosotros, de elegir bien. Nuevos políticos y nuevas políticas, Ayacucho es una maravilla, que puede ser aún más bella de lo que es.
Aquí, en La Voz Wari, siete bellezas ayacuchanas:
- Una de nuestras calles más famosas es 28 de julio. El hermoso arco conmemorativo del combate de 2 de mayo de 1886 es motivo de orgullo y es que en nuestras tierras sellamos el espíritu nacional peruano.
- En la Pampa de Ayacucho se encuentra un santuario que conmemora la batalla del 9 de diciembre de 1824, batalla en la que se definió la independencia del Perú y se consolidó la independencia americana. Aquí respiramos aires de libertad que no encontramos en cualquier lugar.
- Somos huella del Imperio Inca. En Vilcashuamán encontramos el Templo del Sol y el Templo de la Luna, además del famoso Ushnu. Belleza ayacuchana.
- La Reserva de Pampa Galeras es el centro de conservación de vicuñas más grande del Perú. Es uno de los lugares turísticos de Ayacucho más lejanos a la ciudad, sin embargo, viajar a conocer sus hermosos paisajes vale completamente la pena.
- En las Aguas Turquesas de Millpu el color es tan intenso que sorprende a cualquier visitante. Hermosura ayacuchana.
- Titancayoq es el bosque de puyas de Raymondi más grande de todo el Perú. Desde 2010 está protegido y podemos encontrarnos con un espectáculo de la naturaleza: Las puyas florecen cada 80 años.
- Los templos virreinales de Ayacucho forman uno de los conjuntos monumentales, arquitectónicos y religiosos muy importantes del periodo virreinal en América y podemos comenzar con el templo de San Cristóbal, construido en 1540. Historia viva del Perú.
A pesar del terrorismo, a pesar de la pandemia y por supuesto a pesar de la política corrupta y de la incapacidad del Gobierno, debemos estar orgullosos de nuestro Ayacucho.