¿Le temen a algo? ¿Alguien los va a dejar sin trabajo? ¿Los van a meter presos o simplemente los van a jubilar? Esto cree el Congreso, pues aprobaron una nueva ley para cerrar las puertas de acceso a nuevos partidos políticos. Hoy, aquellos que debiesen irse por corruptos y ladrones, imponen medio millón de firmas como requisito para la inscripción de nuevas organizaciones políticas.
Mientras todos poníamos los ojos en nuestra selección, el Congreso, a espaldas de la ciudadanía como es de costumbre, aprobó una contrarreforma electoral para imponer el requisito irracional para la participación política.
Si esto no es una dictadura congresal, no sabemos qué es. No tiene otro nombre que ese.
Simplemente los corruptos se quieren quedar en el poder. No quieren soltar la mamadera. Tienen miedo de soltarla, pues se les acaba la platita de los impuestos y se tienen que ir para la casa. Se van a tener que jubilar de manera forzada. Y como todo el Perú quiere que se vayan, van a hacer lo posible por evitar que los saquemos.
Este sistema crea también maquinarias fraudulentas de recojo de firmas, tal como ya ocurrió en el pasado. Y, al mismo tiempo, genera una barrera, porque solo las personas que tienen dinero para contratar estos servicios podrían crear partidos.
Los políticos también saben que el repudio de la ciudadanía al Congreso es total y esta medida es, una más, que busca evitar el cambio que todos los peruanos quieren y reclaman.