sábado, diciembre 6, 2025
HomeCorrupciónLOS VIZCARRA, LA MISMA TIJERA DE LA CORRUPCIÓN

LOS VIZCARRA, LA MISMA TIJERA DE LA CORRUPCIÓN

La aparición de Mario Vizcarra en el escenario electoral es un insulto a la inteligencia del Perú. El hermano de Martín “Lagarto” Vizcarra no es una «cara nueva», es la prueba de que en esa familia la corrupción y el oportunismo son patrimonio genético. Si el “Lagarto” terminó en la cárcel por coimero, la «Lagartija» (Mario) ha salido del hueco a defender a su hermano a capa y espada, mientras él mismo arrastra investigaciones por presunta colusión agravada y peculado doloso. Son cortados por la misma tijera.

La hoja de vida de Mario Vizcarra es un espejo de la podredumbre política que el Perú debe erradicar. Defiende con cinismo su historial, minimizando la sanción administrativa que recibió como presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR) de Moquegua, e insistiendo en que las graves acusaciones por el caso «Los Saqueadores de Ilabaya» son un invento, pese a que la Fiscalía lo vincula a un esquema de contratos ilícitos por más de cinco millones de soles. La forma de operar es idéntica a la del «Lagarto»: negar todo, culpar al sistema y buscar el poder para blindarse.

Sabiendo que su apellido apesta a corrupción, Mario “La Lagartija” ha recurrido al manual del político desesperado. Prometer lo popular sin medir las consecuencias. Desenfunda medidas profundamente populares, pero irresponsables, como si el Perú fuera un laboratorio ideológico y no un país con problemas reales.

Está dispuesto a todo por ganar votos, incluso a ofrecer la legalización del aborto en todos sus casos y la legalización de drogas como la marihuana y la cocaína.

El verdadero peligro es que usa la bandera de la libertad individual para defender el libertinaje, sin pensar un segundo en el futuro del Perú ni en nuestra juventud. El único objetivo de estas propuestas no es el «respeto a la decisión ciudadana», sino sumar votos de forma rápida para conseguir la inmunidad.

La candidatura de Mario Vizcarra no es una opción. Es un claro mensaje de que la dinastía familiar de la corrupción está dispuesta a todo, incluso a delinquir y a dañar el tejido social, con tal de volver al poder. La “Lagartija” y el “Lagarto” son el mismo virus.

RELATED ARTICLES

Populares